lunes, 25 de julio de 2016

LOS DUENDES JUEGAN EN UN CLARO DEL BOSQUE - acrílico sobre madera

ODA AL AROMO (fragmento) 
  Vapor o niebla o nube me rodeaban. Iba por San Jerónimo hacia el puerto casi dormido, cuando desde el invierno una montaña de luz amarilla, una torre florida salió al camino y todo se llenó de perfume. Era un aromo. Aromo, sol terrestre, explosión del perfume, cascada, catarata, cabellera de todo el amarillo derramado en una sola ola de follaje. Torre de la luz fragante, previa fogata de la primavera. Queremos por un instante hundir los ojos, la camisa, el corazón, el pelo en tu temblor fragante, en tu copa amarilla, hasta ser sólo aroma en tu planeta.

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