martes, 27 de noviembre de 2012

POEMAS PARA GUARDAR


INTRODUCCIÓN

Los poemas de esta selección son, en su mayoría, aquellos que me acompañaron a lo largo de mi infancia y que, después, disfruté en el aula con mis alumnos; los rescaté de los cuadernos, carpetas, hojas de apuntes, papelitos y de la memoria de los tiempos de jugar, aprender, enseñar.
También agregué otros que me parecieron hermosos por su frescura y porque se conectan con las vivencias de la infancia de hoy.
Todos invitan a transmitir la alegría, la magia, la paz y la belleza del arte y ayudan a recrear un mundo donde lo esencial de la espiritualidad sea un valor perdurable que dulcifique el corazón de la gente y  siembre espacios de optimismo en su corazón.
José Martí afirmaba que la poesía es más necesaria a los pueblos que la industria misma pues ésta les proporciona el modo de subsistir, mientras que aquella les da el deseo y la fuerza de la vida, pues la poesía es la expresión genuina del sentimiento humano, de indefinible encanto que halaga y suspende el ánimo, infundiendo suave y puro deleite.
Existe poesía en todo lo creado y la posibilidad de expresarse a través de ella pone de manifiesto la grandeza del hombre. La función social de las artes en general y la de la poesía en particular, además de deleitar y entretener, es someter vivencias inmediatas y personales a la prueba de lo que realmente importa o sea la manera de construir una  sociedad más justa, creativa, libre y solidaria.
La poesía está presente en la vida del niño desde que nace. Se va a la cama y duerme con poesía, aprende las partes de su cuerpo con poesía, juega con poesía, come con poesía…
Las rimas,  las cantinelas, las nanas, las adivinanzas, trabalenguas y  retahílas, canciones de corro y rondas lo rodean en sus primeros años, contribuyendo así a su educación estética y al desarrollo de su sensibilidad.




*

I

DE AQUÍ Y DE ALLA

CANCIONES POPULARES PARA JUGAR

ARROZ CON LECHE
Arroz con leche,
me quiero casar
con una señorita
de San Nicolás.
Que sepa coser,
que sepa bordar,
que sepa abrir la puerta
para ir a jugar
¡Con ésta sí!
¡con ésta no!
¡Con esta señorita
me caso yo!

LA PALOMA BLANCA

Estaba la paloma blanca
Sentada en el verde limón
Con el pico cortaba la rama
Con la rama le daba a la flor.
Ay! Mi amor
¿Cuándo te veré yo?
Ay! Mi amor
Cuando se esconda el sol
Me arrodillo a los pies de mi amante
Me levanto constante, constante.
Dame una mano
Dame la otra
Dame un besito
Sobre tu boca.
Daré la media vuelta
La media vuelta entera.
Con un pasito atrás
Haciendo una reverencia.

Pero no, pero no, pero no.
Porque me da vergüenza
Pero sí, pero sí, pero sí
Porque te quiero a ti.

CU-CÚ
Cu-cú, cantaba la rana,
cu-cú, debajo del agua;
cu-cú, pasó un caballero,
cu-cú, vestido de negro;
cu-cú, pasó una gitana,
cu-cú, vestida de lana
y comiendo pan;
le pedí un pedazo,
no me quiso dar;
la tomé del brazo
y la hice bailar.
Si el cu-cú te gusta
volveré a empezar.

AGUA, SAN MARCOS 

Agua, san marcos,
rey de los charcos,
para mi triguito
que está muy bonito;
para mi cebada
que está muy granada;
para mi melón
que ya tiene flor;
para mi sandía
que ya está florida;
para mi aceituna
que ya tiene una.
La ovejita y el pastor
lloviendo y con sol.

EN EL FONDO DEL JARDÍN
Se me ha perdido una niña
Cataplin, cataplin, cataplero,
Se me ha perdido una niña
En el fondo del jardín.
Yo se la he encontrado
Cataplin, cataplin, cataplero.
Yo se la he encontrado
En el fondo del jardín.
Haga el favor de entregarla
Cataplin, cataplin, cataplero,
Haga el favor de entregarla
Del fondo del jardín
¿En qué quiere usted que la traiga?
Cataplin, cataplin, cataplero,
¿En que quiere usted que la traiga
Del fondo del jardín?
Tráiganmela en sillita
Cataplin, cataplin, cataplero.
Tráiganmela en sillita
Del fondo del jardín
Aquí se la traigo en sillita,
Cataplin, cataplin, cataplero,
Aquí se la traigo en sillita
Del fondo del jardín.

EL MILANO
El canto del milano
se llama esta canción;
se canta en el invierno
del ronco viento al son,
perejil, don, don,
perejil, don, don,
las armas son
del nombre virulí,
del nombre virulón.
Morito pititón,
del nombre virulí,
arrevuelto con la sal,
la sal y el perejil,
perejil, don, don,
perejil, don, don,
las armas son
del nombre virulí,
del nombre virulón.
EL MILANO
Vamos a la huerta
del toro toronjil,
a ver a Milano
comiendo perejil.
Milano no está aquí,
está en su vergel,
abriendo una rosa,
y cerrando un clavel.

Mariquita, la de atrás,

que vaya a ver

si viene o no viene,

para echarnos a correr.

ACITRÓN
Acitrón de un fandango,
zango, zango, sabaré,
sabaré que va pasando,
con su triqui, triqui, tran.
Por la vía voy pasando,
por la vía pasa el tren,
acitrón de un fandango,
zango, zango, sabaré.
Valentín tenía un violín
y con él se divertía,
y vamos a dar la lata
a la casa de tu tía,
con su tricui,tricui,tran.

NARANJAS Y LIMAS
Naranjas y limas,
limas y limones,
más linda es la virgen
que todas las flores.
Salgan acá fuera,
miren qué primores;
verán a la rama
cubierta de flores.
Denme mi aguinaldo
si me lo han de dar,
que la noche es larga,
tenemos que andar.
Salgan acá fuera,
miren qué bonito;
verán a la rama
con sus farolitos.
Ya se va la rama
muy agradecida,
porque en esta casa
fue bien recibida.
Ya se va la rama
muy desconsolada,
porque en esta casa
no le dieron nada.

II
ARGENTINA

POESIA EN LA NATURALEZA

ALFONSINA STORNI
(Suiza 1892 – Mar del Plata – Argentina - 1938)

YO EN EL FONDO DEL MAR
En el fondo del mar
Hay una casa de cristal.
A una avenida de madréporas da.
Un gran pez de oro, a las cinco,
Me viene a saludar.
Me trae un rojo ramo
De flores de coral.
Duermo en una cama
Un poco más azul que el mar.
Un pulpo me hace guiños
A través del cristal.
En el bosque verde
Que me circunda
-         din don… din don –
se balancean y cantan
las sirenas de nácar verdemar.
Y sobre mi cabeza arden,
En el crepúsculo,
Las erizadas puntas del mar.

FRANCISCO ISERNIAS
(Buenos Aires 1894 –  1946)

LLUEVE.
.
   Llueve sobre el camino y los sembrados
se percibe en la niebla, el monte, incierto
Bajan los goterones despiadados
sobre el espantapájaros del huerto.
La serena humildad de sus miradas
vaga sobre el camino. ¡Pasa el viento!
¡Este ilusorio ruido de pisadas
que ha traído el silencio a mi aposento!
Junto a la vieja mesa, con ternura
teje los calcetines nuestra hermana...
¡Los calcetines para su criatura
que se durmió con su corcel de lana!
A ratos su mirada se desliza
sobre el pequeño con materno celo.
Inclina la cabeza y una sonrisa
rueda, sin hacer ruido, por el suelo.
   Llueve. La tarde entra al aposento
difundiendo su sombra: ¡El viento pasa!
¡Somos ahora un solo pensamiento
un solo corazón, en nuestra casa!
Y encendemos la lámpara dorada
que refleja su luz tras la ventana.
Afuera está -la cara iluminada-
tejiendo entre la lluvia nuestra hermana!

VIENES CON LA MAÑANA
Vienes con la mañana por la huerta,
con el jilguero que en su vuelo ondula...
¡Donde caminas tú, todo despierta!
Al reflejo del césped se te azula
la cara. Y cantas. En tu voz humana:
¿qué pajarito su canción modula?
   Te contemplo pasar, por mi ventana,
y me das el buen día que al sol suena
con vibración sutil de porcelana.
   Dejas un fresco aroma de verbena,
de blancas florecillas de albahacas...
Aspiro: ¡el alma se me torna buena!
   Por el campo, detrás de las estacas
que la glicina húmeda reviste,
vienen a pasos lentos las dos vacas
que al verte asoman la cabeza triste.

EL PAJARO HERIDO
Asomó la cabeza entre la fronda
Para iniciar su vuelo matutino,
Pero aquel niño le hirió con la honda
Y fue a caer, el pájaro, al camino.
Aleteaba en el pasto. Al descubrirme
Se picoteó la herida sobre el pecho.
El ser alado parecía decirme
Con su mirada: ¡Mira que me han hecho!
Cuando a la noche, me había dormido
Entre las mantas del humilde lecho,
Cruzó en mi mente el pajarito herido
Con la cabeza triste sobre el pecho.

MI ARBOL
En el huerto de mi casa
Un árbol voy a plantar,
Buena sombra, buenos frutos,
Muy pronto me va a dar.
En el hueco de los troncos
Los pajaritos harán
Un blando y tibio nido,
Y en torno de él volarán.
Mi árbol va a ser lindo,
El más fuerte del lugar,
Para que sea grande… grande…
Siempre lo voy a regar

GERMÁN BERDIALES
(Buenos Aires 1896 – 1975)

EL RÍO

El río baja, celeste,
sin prisa desde la sierra.
se desliza por el prado,
se esconde entre las adelfas,
le da la vuelta al molino
y el molino le da vueltas,
se lleva el mugido de
los toros de la dehesa,
el reflejo de las nubes,
el pico de la cigüeña,
la campanada más sola
de la torre de la iglesia
y el oro de los limones
de la huerta.
Luego se mete en el mar
y se pone azul. y sueña.

CONRADO NALÉ ROXLO

(Buenos Aires, 1898 - Buenos Aires 1971)

EL GRILLO
Música porque sí, música vana
como la vana música del grillo;
mi corazón eglógico y sencillo
se ha despertado grillo esta mañana.

¿Es este cielo azul de porcelana?
¿Es una copa de oro el espinillo?
¿O es que en mi nueva condición de grillo
veo todo a lo grillo esta mañana?

¡Que bien suena la flauta de la rana!...
Pero no es son de flauta: en un platillo
de vibrante cristal de a dos desgrana

gotas de agua sonora. ¿Qué sencillo
es a quién tiene corazón de grillo
interpretar la vida esta mañana!

JOSE PEDRONI
(Gálvez – Santa Fe 1899 – Esperanza – Santa Fe 1968)
LA GOTA DE AGUA

¡Oh! gota musical que se separa
de la inmortalidad y oye mi oído
caer continuamente en el olvido
de mi honda penumbra, ¡oh gota clara!

Una estrofilla de infantil dulzura,
sólo en la fuente alguna vez oída,
me ejecuta en el alma la caída
inmaterial de aquella gota pura.

De un agua fresca como cisterna,
mi pozo espiritual colma la gota;
y sin querer tengo una voz remota
y a todas horas la mirada tierna.

¡Oh! gota de agua dulce que te estancas
en mi profundidad, de cuyo hueco
interminable sube un eco
que es como un vuelo de palabras blancas.

¡Oh! gota musical que me deparas
el milagro ideal de tu caída,
cáeme siempre, siempre, que mi vida
vive en el canto de tus notas claras.

MARTA GIMÉNEZ PASTOR
(Gral. Pico – La Pampa 1923 – Buenos Aires 2002)

MARGARITA DEL CAMPO

Margarita que creces
cerca del río,
¡déjame que te cure
de tu resfrío!

Con un te quiero mucho
poquito y nada
voy a darte un remedio
como no hay muchos.

Una aspirina azul
tamaño cielo
y un helado de sol
en cucurucho.

VERANO

Al verano le gusta
usar sombrilla,
comer ensalada
y helados de frutilla.

Ponerse un traje de oro
largo hasta los tobillos
y un sombrero de paja
adornado con grillos.

Al verano le gusta
pintar manzanas
y hamacarse en las tranzas
rubias de las mañanas.

OTOÑO

Los días pasan trotando
en un caballo blanco
y las noches los esperan
sentaditas en un banco.

Por un camino largo
color habano
juntando margaritas
se va el verano.

Y se quedan los duendes
abril y mayo
haciendo los deberes
sobre un zapallo

FILOMENA CODORNIU ALMAZAN

LA RONDA DE LAS HOJAS
Meciéndose suavemente
Las hojas cayendo van…
Se detienen un instante
Y siguen cayendo más.
Sss… sss… sss…
Dice el viento entre las ramas.
Sss… sss… sss…
¡El otoño vino ya!
Las hojas hacen la ronda
Y se ponen a jugar.

*

III
POESIAS QUE CUENTAN UN CUENTO

GERMÁN BERDIALES
(Buenos Aires 1896 – 1975)

CANCIÓN DE CUNA

¿Qué? ¿primero un cuento?
Pues sí, niño, sí;
Había una vez
en cierto país
mucho que lavar,
mucho que planchar,
mucho que zurcir…
Por suerte los niños
dormían allí…
¿Y usted, dígame?
¿No piensa dormir?
¡Oh, quiere un besito!
¡Uno, y cien, y mil!
Pero, ¡a ver si ahora
se duerme por fin!
Que su madre vive
en aquel país
y la pobre tiene
mucho que lavar
mucho que planchar,
mucho que zurcir…

CONRADO NALÉ ROXLO

(Buenos Aires, 1898 - Buenos Aires 1971)

BALADA DE DOÑA RATA
Doña rata salió de paseo
por los prados que esmalta el estío;
son sus ojos tan viejos, tan viejos,
que no pueden encontrar el camino.

Le demandó a una flor de los campos:
-         guíame hasta el lugar en que vivo.
mas la flor no podía guiarla
con los pies en la tierra cautivos.

Sola va por los campos, perdida,
ya la noche la envuelve en su frío,
ya se moja su traje de lana
con las gotas de fresco rocío.

A las ranas que halló en una charca
doña Rata pregunta el camino,
mas las ranas no saben que exista
nada más que su canto y su limo.

A buscarla salieron los gnomos,
-que los gnomos son buenos amigos-
en las manos luciérnagas llevan
para ver en la noche el camino.

Doña Rata regresa trotando
entre luces y barbas de lino.
¡qué feliz dormirá cuando llegue
a las pajas doradas del nido!

JOSE PEDRONI
(Gálvez – Santa Fe 1899 – Esperanza – Santa Fe 1968)
PEDRO PEDRITO
Una figura hermosa
Se hace con poca cosa.
Se necesita un matecillo,
La luna,
Papel, harina, pelo de cepillo,
Tul de cuna, un pañuelito, un broche
Cuyo brillo se acaba…
Elena usó su cinta aquella noche.
Recuerdo que cantaba.
LA BICICLETA CON ALAS
La bicicleta un día va a volar
La bicicleta de todos.
Ya lo verán.
Le están saliendo las alas.
Son de verdad.
El niño quiere que vuele,
y volará.

El niño irá por el aire
a comprar el pan
dará una vuelta al campanario
de paloma y de cal.

El niño y la paloma
sobre la ciudad.
El niño acompañando al ganso blanco
Eso se verá.

Le están saliendo las alas.
Ven a mirar.
Mira como el lirio de los campos.
No pienses mal.
Las alas tienen miedo de algo.
Salen y vuelven a entrar.
Miedo de nosotros,
quizás.

Tan pronto los hombres
ganen la paz,
la bicicleta de todos volará.

La que duerme en la puerta de los cines
volará.
La del cartero
volará.
La de la reina Guillermina,
volará.
La mía y -la tuya-
volará.

Por arriba del humo y los cables
me verás.
La bicicleta tendrá un solo nombre:
Libertad.

El ángel de las aguas
ya no se irá.
Calle ancha del cielo
para mirar.

Flores que nunca vimos
aquí, allá.
Habrá tiempo para mirar.
Cuánto tiempo perdido,
hay!

Tan pronto los hombres
dejen de guerrear,
la bicicleta del mundo
volará.

Todos los pueblos tendrán un velódromo
donde los niños correrán.

De allí alzarán el vuelo.
Darán una vuelta sobre el mar.
Si no lo hubiera
sobre el trigal
irán donde lo hayan y volverán.

Ir y volver
será como cantar.
Porque la bicicleta tendrá alas de verdad.
La del cartero, la de la reina Guillermina.
Nadie se caerá.
Todo es cuestión que los hombres
ganen la paz.

 FRANCISCO LUIS BERNARDEZ
(Buenos Aires 1900-1978)

  CANCIÓN DE CUNA

Niño querido
ya viene el sueño
por el camino
de los luceros.
Y a se sienten
   galopar
sus caballos
   de cristal.
El sueño cruza
tierras dormidas,
y de repente
dobla tu esquina.
Por tu calle
ya se ve
su carroza
   de papel.
Niño querido:
el sueño avanza,
y se detiene
frente a tu casa.
Ya levanta
tu aldabón
con su mano
de algodón.
Ya se oye al grillo
que, con su llave,
le abre la puerta
para que pase.
   Y el viajero
   llega a ti
con su paso
   de alhelí.

LUNA DE LA CALERA

No he visto nada
sobre la tierra
como la luna
de La Calera.
La tierra deja
de ser de tierra
bajo la luna
de La Calera.
Puesto que toda,
toda la tierra
se vuelve luna
de La Calera.
Mi domicilio
ya no es la tierra
sino la luna
de La Calera.
¡Vieran qué lindo
es ver la tierra
desde la luna
de La Calera!

RAFAEL JIGENA SANCHEZ
 (Tucumán 1904 – 1979)

GRACEJO Y BURLERIA
Mucho corre la liebre por la vereda
Pero más corre el galgo que se la lleva.
Los ratones se hacen cruces
Viendo a la gata bandida,
Que con un ojito duerme
Y con el otro la mira.
Sobre la tierra, la palma,
Sobre la palma, los cielos
Sobre mi caballo va
Y sobre yo… mi sombrero

COPLAS DEL MUNDO AL REVES
Pintar el mundo al revés
Se ha visto entre tanto yerro:
El zorro corriendo al perro
Y el ladrón por tras el juez.
Para arriba van los pies,
Con la boca va pisando,
El fuego al agua va apagando,
El ciego enseñando letras,
Los bueyes en la carreta
Y el carretero tirando.
A las orillas de un hombre
Estaba sentado un río,
Afilando su caballo
Y dando agua a su cuchillo.

VILLANCICO DEL TAN TAN


Tan, tan, van por el desierto.
Tan, tan, Melchor y Gaspar;
tan, tan, les sigue un negrito
que todos lo llaman el rey Baltazar.
Tan, tan, vieron una estrella.
tan, tan, la vieron brillar:
tan, tan, tan pura y tan bella
que todos la siguen a ver dónde va.
Tan, tan, se cansa el camello,
tan, tan, se cansa de andar;
tan, tan, que está cargadito
de incienso y de oro.
¿Para quién será?




MARÍA HORTENSIA LACAU

(Buenos Aires 1910 – Buenos Aires 2006)

CANCIÓN DEL ELEFANTITO QUE QUERÍA BAILAR

La niña está mirando las hojas
del libro de cuentos color verde mar.
en medio de una página rosada
está en su trono azul
la gran elefanta real,
y sobre sus rodillas
el elefantito se ha puesto a soñar,
... sueña que te sueña ... ¿y que soñará?

Sueña que le habla una voz con alitas
y que le pregunta:
-         dime, elefantito de libro de cuentos,
¿tú  sabes bailar?

Entonces su trompa comienza a reírse solita,
sus patas se mueven, tarantarantán
y su cola sube y baja, baja y sube marcando el compás.

Entonces, entonces el elefantito
dice con su voz de marfil y pan:
-         madre, la niña... la niña bonita me mira,
y yo quiero... yo ... yo quiero bailar...
¡yo quiero salirme del libro de cuentos
e ir por los caminos del mundo tarantarantán!

La madre elefanta se ha puesto muy seria,
muy seria responde su voz de princesa real.
-¿cómo, cómo, cómo? ¡ah, no! ¡qué  esperanza!
los elefantitos de cuentos no pueden bailar.
¡tienen que quedarse quietos,
quietecitos allí donde están!

¡Pobre  elefantito! está por llorar...
Entonces la voz con alitas le dice en secreto:
-         no llores, no llores, dame la patita:
¡vamos a pasear!

La niña le tiende la mano.
el elefantito hace una cabriola.
¡ya está! ¡ya salió de su libro de cuentos!
y se van contentos
por esos caminos de flores, tarantarantán.

JUAN COPETE

A la señora tormenta
le traje
de mi viaje,
una pastilla de menta
y un bombón.

Al gran señor
nubarrón
le traje de mi viaje
un chaleco colorado
y una flor.

Pero vino
Juan copete
que en todo se mete
y sin pedirme permiso
se fue y se llevó el paquete-

 EL REGALADOR

¡Hay regalos, lindos regalos
para los buenos y para los malos!

Ricos panes viejos para los conejos;
una palangana para doña Rana.
muy lindos quimonos hay para los monos,
y bombachas rosas para sus esposas.
Tres pares de medias cortas y zapatos
hay para los gatos. y dos medallones
con cinco retratos para los ratones.
También hay plumas de colores
para que escriban sus cartas las flores.
y una gran petaca con un espejito
¡que es para la vaca! para mí hay un
anillo con un rubí y para mi niño,
para su boquita de rojo malvón, hay
una enorme piña de chocolate y turrón.

¡Aproveche, señor!
¡Aproveche que pasa y no vuelve el regalador!

  ARMANDO TEJADA GÓMEZ

(Mendoza 1929 – Buenos Aires 1994)

PRÓLOGO CON CIELO

Una casa sin patio
es una pajarera.
tiene, como de todo:
tevé, disquetes,
un audio grabador,
video casetera.
todo, lo tiene todo,
pero el cielo está afuera.

 PRIMERA SOLEDAD

Hoy mi madre no me quiso.
la he rondado horas enteras
vestido de capitán,
de mago, de marinero,
pero nada, no me quiso
ni me ha pegado siquiera.

Salgo a morir al baldío
volteando todas las puertas.
arde el sol en el silencio
amarillo de la siesta.

Ni gatos ni vigilantes.
sólo la calle desierta.
¿cómo me voy a morir
sin que mi madre me vea?

 PENITENCIA DEL MAL

Yo no sé qué es el mal
pero parece
que hago muy mal las cosas.

los grandes me reprenden
por lo mal que me porto.

El mal me deja a solas.

  FIN DE JUEGO

Estábamos jugando
y nos peleamos.
dijimos: corto mano,
corto fierro.

Lo malo de pelearse,
hay que saberlo,
es que se acaba el juego.

Luego, a patear piedritas,
al baldío,
solitos, solitarios,
solijuegos.

 NUMERACIÓN DEL MUNDO

Por el cero se ve
adentro del espacio,
por el nueve a lo ancho
y desde el nueve, claro.

El siete es reverente,
el uno solitario,
el cuatro hace equilibrios
y el cinco está sentado.

El viento parte el tres,
le rompe el cántaro
sólo para que pase
ese cisne del dos
ceñido y raudo.

El seis, hecho un ovillo,
los mira desde abajo


MARÍA ELENA WALSH
(Buenos Aires 1930 - 2011)

EN EL PAÍS DE NOMEACUERDO
En el país de nomeacuerdo
doy tres pasitos y me pierdo.
un pasito para allí,
no recuerdo si lo di.
un pasito para allá,
¡Ah! que miedo que me da.
Un pasito para atrás
y no doy ninguna más
porque ya, ya me olvidé
donde puse el otro pie.

EL PAÑUELITO
El cocodrilo borda un pañuelito
de madera terciada, muy bonito.

Le borda primorosos ramilletes
y también un montón de firuletes.

Ya no podrá llorar ni estar resfriado
hasta que el pañuelito esté acabado.

Por eso borda y borda todo el día,
en el cine, en la escuela, en el tranvía.

Ya no le faltan, y está muy tranquilo
más que 100.000 kilómetros de hilo.

ZOO LOCO
Una vaca que come con cuchara
y que tiene un reloj en vez de cara,
que vuela y habla inglés, sin duda alguna
es una vaca rarísima, muy rara.
Un gato concertista toca Liszt,
una lechuza va y le dice:
-Chist, me aburres por demás,
cambia ya de compás que tengo
ganas de bailar el twist.
Si cualquier día vemos una Foca
que junta margaritas con la boca,
que fuma y habla sola y escribe con la cola,
llamemos al doctor: la Foca es loca.
Un Gallo a una Gallina preguntó:
¿Cocorocó? ¿Cocorocó cocó?
la Gallina, indecisa, primero le dio risa,
pero después le contestó que no.
Parece que en Japón había un Mono,
Que dormía la siesta con kimono.
Que cosa rara es - decía un Japonés –
ver a un Mono en kimono haciendo nono.
Paloma, Palomita de la Puna,
mira que no te roben tu fortuna,
esa que con descuido olvidas en el nido:
un rayito de sol y otro de luna.

Me dijeron que en el Reino del Revés
nada el pájaro y vuela el pez;
que los gatos no hacen miau y dicen yes
porque estudian mucho inglés.
Vamos a ver cómo es el Reino del Revés.
Me dijeron que en el Reino del Revés
nadie baila con los pies;
que un ladrón es vigilante y otro es Juez
y que dos y dos son tres.
Me dijeron que en el Reino del Revés
cabe un oso en una nuez;
que usan barbas y bigotes los bebés
y que un año dura un mes.
tiene 1530 chimpancés
que si miras no los ves.
Me dijeron que en el Reino del Revés
una araña y un ciempiés
van montados al palacio del Marqués
en caballos de ajedrez.
Me dijeron que en el Reino del Revés
hay un perro pekinés:
que se cae para arriba, y una vez,
no pudo bajar después
Me dijeron que en el Reino del Revés
un señor llamado Andrés.

HUGO MIDON
(Buenos Aires  1944 - 2011)

ESTAMPILLAS VIAJERAS
A las estampillas les gusta viajar
Tal como la gente que viene y se va.
Las estampillas, por naturaleza,
No tienen pereza de cruzar el mar.
Las estampillas llegan en un pique
De Mozambique hasta el Uruguay.
Las estampillas unen a la gente
De este continente con cualquier lugar
Y con un sello, estos papelitos
Juntan muy prontito a la humanidad.

PIPO PESCADOR
(Gualeguaychú - Entre Ríos 1946)

LA ESPERANZA
DEL LIBRO DE CABECERA
La esperanza confía en lo que le ha sido prometido.
Está siempre alegre y no conoce ansiedad.
La esperanza sabe que los pichones volarán muy pronto,
Que el naranjo dará frutos en invierno
Y que el sol brilla por encima de las nubes.
La esperanza empieza un libro y lo termina.
Despide un amigo y le escribe lindas cartas
Y sabe que, cada seis días, hay un domingo.
La esperanza planta gajos diminutos en macetas grandes.
La esperanza es amiga del tiempo y,  junto con él,
Fabrica ilusiones que casi siempre se cumplen.


ELSA ISABEL BORNEMANN
(Buenos Aires 1952)

SE MATO UN TOMATE
¡Ay! ¡Qué disparate! ¡Se mató un Tomate!
¿Quieren que les cuente? Se arrojó a la fuente
sobre la ensalada recién preparada.
Su rojo vestido, todo descosido,
cayó haciendo arrugas al mar de Lechugas.
Su amigo Zapallo corrió como un rayo
pidiendo de urgencia por una asistencia.
Vino el doctor Ajo y remedios trajo.
Llamó a la carrera a Sal, la enfermera.
Después de sacarlo, quisieron salvarlo,
pero no hubo caso: ¡Estaba en pedazos!
Preparó el entierro la agencia “Los Puerros”.
Y fue mucha gente… ¿Quieren que les cuente?
Llegó muy doliente Papa, el presidente
del Club de Verduras, para dar lectura
de un “Verso al Tomate” (otro disparate),
mientras, de perfil, el Gran Perejil
hablaba bajito con un Rabanito.
También el Laurel (de luna de miel
con doña Nabiza), regresó de prisa
en su nuevo yate por ver al Tomate.
Acaba la historia: Ocho Zanahorias
y un Alcaucil viejo formaron  cortejo
con diez berenjenas de verdes melenas,
sobre una carroza bordada con rosas.
Choclos musiqueros con negros sombreros,
y dos ajíes sordos y espárragos gordos
con negras camisas cantaron la misa.
El diario “Espinaca” la noticia saca:
“HOY, ¡QUE DISPARATE! ¡SE MATO UN TOMATE!”
Al leer, la Cebolla lloraba en su olla.
Una Remolacha se puso borracha.
“¡Me importa un comino”, dijo don Pepino…
Y no habló la Acelga (estaba de huelga).

INVITACION PARA UN AMIGO
Porque cantás cuando llego,
Porque sé que eres mi amigo,
Adentro de una naranja
Te invito a vivir conmigo.
Cada redonda y brillante
Como un solcito pintado,
Y en ella nosotros dos
De dulce jugo empapados.
Un gajo para reír,
Un gajo para bailar.
Los demás, para querernos
¡Ninguno para llorar!
Las horas anaranjadas
Rodarán para los dos.
Nadie sabrá este secreto,
Solamente tú y yo.

JULIA MARTA PUCCI

¿DE QUÉ SE DISFRAZARON?
El Gato Montés es todo un Marqués
Y la Gallina una Colombina.
El Orangután es Meter Pan
Y la Serpiente, la Bella Durmiente.
¿Y el Oso Hormiguero?
¡Qué gran marinero?
¿Y misia Rana?  ¡Qué bella dama?
¡Viva el carnaval del mundo animal!

PASO PASITO
Paso pasito, va Doña tortuga
saluda a Don Grillo y también a la Oruga.
Lleva sus gafas de mica y carey
y una bandejita de torta de nuez.
Después de tres días, llega hasta el portón,
pues va de visita a lo del Lirón.
Paso a pasito regresa ufana,
¡Qué lindo es la vida no estando apurada!

¡Ah!, cuaderno de cien hojas
poblado de monigotes
y de letras temblorosas
salpicando los renglones.
Un abecé que progresa,
cuentas de "menos" y "más";
la estrofa patria aprendida
¡y la palabra mamá!
Sol y flores de acuarela,
barcas de papel glasé,
estrellitas recortadas
y por fin un ¡muy bien diez!
¡Ah!, cuaderno de cien hojas,
en tus páginas alienta
la caricia dulce y tibia
de mi primera maestra.
____________________________________________________________

IV

POEMAS QUE CUENTAN  LA PATRIA

OLEGARIO V. ANDRADE
(Río Grande do Sul 1839 / Buenos Aires 1882)

SAN MARTIN
¡Milagros de la gloria!
Tu espada, San Martín, hizo el prodigio;
Ella es el lazo que une los extremos
De un siglo ante la historia,
Y entre ellos se levanta,
Como el sol en el mar dorando espumas
El astro brillador de tu memoria
¡No morirá tu nombre!
Ni dejará de resonar un día
Tu grito de batalla,
Mientras haya en los Andes una roca
Y un cóndor en su cúspide bravía.
Está escrito en la cima y en la playa,
En el monte, en el valle, doquiera
Que alcance de Misiones al Estrecho
¡La sombra colosal de tu bandera!

BELISARIO ROLDAN
(Buenos Aires 1873 / Alta Gracia - Córdoba 1922)

HACIA LAS CUMBRES

Ave de dulces cantares
Que abandonas estos lares…
¡Si es el rumbo de tu vuelo,
Bajo el manso azul del cielo,
Ese nevado confín
Donde el Ande alza sus galas,
Lleva en el pico y en las alas
Un saludo a San Martín!

BALDOMERO FERNANDEZ MORENO
(Buenos Aires 1886 – 1950)

TUCUMAN: LA CASA HISTORICA
La casa del Juramento
Es esta pequeña sala,
Estas  paredes humildes
Acorazadas de placas;
Tapicerías de bronces,
Enredaderas de almas.
En el sosiego interior
Cien oleos iluminaban
Lo mismo que reverberos
Las penumbras encaladas.
Y ya que es Tucumán
El corazón de la patria,
Corazón del corazón
Es esta casita baja,
Su pulsación y su sangre;
Un rubí que circulara.
Tu recuerdo está ligado,
En el volver de las páginas,
A columnas salomónicas,
A aldabones, a campanas,
A una calle de adoquines,
A la escuela y a la infancia.


HECTOR  PEDRO BLOMBERG
(Buenos Aires 1889 - 1955)

SAN MARTIN
Nació a la sobra de las palmeras,
En las misiones de Yapeyú,
Y en las heroicas guerras de España
Soñó en su dulce tierra del sur.
La voz de Mayo cantaba en su alma
Sublimes cantos de libertad;
Fue por los Andes con sus legiones
Y la victoria lo hizo inmortal.
Los pueblos libres que iba dejando
Su noble sombra vieron partir;
En el silencio de las riberas
Quedaba el eco de su clarín.
Vivió 30 años en tierra extraña,
Solo en su gloria y en su virtud,
Hasta que un día volvió cubierto
Con la bandera blanca y azul.
Y desde entonces, tres patrias libres,
Sobre la tierra donde nació,
Cantan en mármoles, bronces e historia,
A aquel que fuera el libertador.

GERMÁN BERDIALES
(Buenos Aires 1896 – 1975)

EL CONGRESO DE TUCUMAN
(1937)
Ni la verja, ni el jardín
Que de la calle lo apartan,
Ni los hierros ni los vidrios
De la magnífica fábrica
Que al humilde rancho abriga,
Ni las contables placas;
Nada miré, nada vi,
Confieso que no vi nada,
Porque hasta el umbral histórico
Llegué, hermanos, en volandas.
Y en el recinto glorioso
Hallé, poco más que nada.
Las maderas carcomidas,
Las baldosas desgastadas,
Los herrajes corroídos,
Las paredes cuarteadas…
Un viejo sillón de brazos,
Tres cofres, algunas astas
Y una veintena de cuadros
Cerca de las vigas bajas.
Era todo… Pero no,
El Hada Imaginación
Al visitante esperaba
Y a su conjuro, lo mismo
Que un escenario de magia,
Se pobló instantáneamente
De figuras agitadas.
Levitas de fino paño
Y hábitos de burda lana
Que el ademán descompuesto
Descompone y arremanga;
Y corbatas muy ceñidas,
Y muy desnudas gargantas
Que en agrias voces se parten
Y se destosen cansadas.
Luego un silencio, el silencio
Del abismo que se agranda
Para que quepan en él
Todas las glorias de España.
Es que allí, frente a la mesa
Donde va a extenderse el acta
Está Narciso Laprida
Pálido, erguido y sin habla.
Por fin, mordiéndose el labio
E irguiéndose más, estalla
Con un lento y sordo trueno
Que estremece las entrañas.
-¿Quiere el Congreso… pregunta
Descansándose en la pausa,
Mientras sus ojos se encienden
Y su frente se aborrasca –
Que las Provincias Unidas
Se independicen de España?
La respuesta afirmativa
Ha arrollado sus palabras.
Se extienden todos los brazos,
Todas las bocas aclaman,
Maldicen, blasfeman, juran,
Amenazan, ¡rugen! ¡cantan!
Rugen el Himno de López,
Cantan vivas a la Patria
Y yo… no se si también
Con los fantasmas gritaba,
Pero supongo que sí,
porque volvieron la cara
para mirarme, y al punto
me quedé solo en la sala.


BANDERA DE LA PATRIA
Aunque soy todavía niño pequeño,
Bandera de mi patria contigo sueño.
En un sueño glorioso tu paño beso
Y siento ya en el hombro tu dulce peso.
Sueño que un día seré tu abanderado,
Bandera mía,  Bandera amada,
En mi sueño de niño vas reclinada.

*

V

POESIAS QUE VIENEN DE OTRAS PATRIAS
URUGUAY

JUANA DE IBARBOUROU

(Melo - Uruguay 1895 - Montevideo 1979)

CANCIÓN DE CUNA
La señora luna
le pidió al naranjo
su vestido verde
y un velillo blanco.

La señora luna
se quiere casar
con un pajarito
de plata y coral.

Duérmete, Natacha,
e irás a la boda
peinada de moño
y en traje de cola.

¡Duérmete!

CALMA

La luna estampa en el cielo
su faz de moneda nueva.
sobre el trigal amarillo
hay parpadear de candelas.

Los pinos son misteriosos
en esta noche tan clara,
y hasta el ladrar de los perros
trae emoción a mi alma.

Junto al pozo, que está en ruinas
florece una madreselva.
en la polea gastada
un joven gajo se enreda.

Y no se escucha un murmullo
ni se oye un rumor de agua.
¡parece que el ruido duerme
o que el silencio soñara!

Pasa un muchacho cargado
con un haz de alfalfa tierna.
¡hasta el alma se me filtra
este buen olor a hierba!

Y es tan serena la noche
y es tan inmensa la calma,
que se adormece mi angustia
y se evaporan mil lágrimas.
ESTÍO
Cantar del agua en el río,
cantar continuo y sonoro:
arriba bosque sombrío
y abajo arenas de oro.

Cantar de alondra escondida
en el oscuro pinar;
cantar del viento en las ramas
floridas del retamar.
Cantar...
Cantar de abejas ante el repleto
tesoro del colmenar.

ABRIL
Abril dorado y maduro,
Abril de mi amor feliz,
¡Cómo me gusta tu aire,
Tu sol y tu luna, Abril!

En la vigilia y el sueño
Tu cielo, torre y azar,
Con la cara que más quiero
Es mi esperanza tenaz.

Abril sin las golondrinas
De Octubre, sin el rosal
De Diciembre y sin la poma
Que el rojo Enero me da.

Abril, que entornas la puerta
Ruidosa del colmenar.
Abril sin corderos nuevos,
Uvas, lilas, ni azahar;

Manso Abril desposeído
Que nada tienes que dar.
¡Cómo me gustas por eso,
Abril de ligero andar!

¡Cómo me gustas por claro,
Por bueno para soñar,
Con tu silencio en mi playa
Y tu dulzura en mi mar!

ADELA MARZIALI

RONDA DE OTOÑO

A la ronda que ronda,
que rondan
las hojas secas.
Amarillas y rojas
danzan y juegan.
con el viento que pasa
se van danzando.
Y el buen árbol
se queda triste y llorando.

JULIO FERNÁNDEZ

VIAJE
¿Al aire
del romerillo?
¿A las acacias
en flor?
¿A los verdes paraísos?
¡A
la lechuga
fresquita,
esponjada
bajo el sol!

EMERSON KLAPPENBACH
(1926 - 1987)
EL AROMO
De noche nos acordamos
qué amarillo fue este día
en que julio florecía.
De noche nos acordamos.
La gente llena de ramos
por el camino decía:
el domingo regresamos.
La gente llena de ramos.
Y el aromo sonreía.
OTOÑO

Las hojas son nubes del cielo.
Las nubes son hojas del cielo.
Azules y tojas
Las nueves, las hojas.
Las aves son naves de estío.
Las naves son aves de río.
Se van con el frío.
Las aves, las naves,
las nubes, las hojas.
Otoño ha venido.

PEDRO MONTERO LÓPEZ
(1914 - 2003)
EL CARACOL
Se ha dado un golpe
que fuera leve
-pues ya se mueve-
lamenta
la menta.

ALVARO FIGUEREDO
LA CANCIÓN DEL CARRUSEL
Tin, tin, a las cinco,
tin, tin, a las diez, y el cielo,
-oro y música-
como un cascabel.
(La liebre dorada
no pagó la entrada).
A, b, c a las cinco,
a, b, c a las diez,
y el escarabajo
comiendo laurel.
(El gallo gallito
silbaba su pito).
Tic, tac, a las cinco,
tic, tac a las diez,
en su relojito
con cuerda de miel.
(Y la Isabelilla
leyendo en su silla).
Glin, glin a las cinco,
glin, glin a las diez, y el niño dormido
en el carrusel.
Dime, niño, dime
¿quién es Isabel?

*
CHILE

GABRIELA MISTRAL

 (Vicuña – Chile 1889 - Nueva York 1957)

DOÑA PRIMAVERA
Doña primavera viste que es primor
de blanco, tal como limonero en flor.
lleva por sandalias una anchas hojas,
y por caravanas, unas fucsias rojas.

Salid a encontrarla por esos caminos,
¡va loca de soles y loca de trinos!
doña primavera, de aliento fecundo,
se ríe de todas las penas del mundo...

No cree al que le hable de las vidas ruines
¿cómo va a entenderlas entre sus jazmines?
¿cómo va a entenderlas junto a las fuentes
de espejos dorados y cantos ardientes?

De la tierra enferma en las hondas grietas,
enciende rosales de rojas piruetas,
pone sus encajes, prende sus verduras
en la piedra triste de las sepulturas.

Doña primavera de manos gloriosas,
haz que por la vida derramemos rosas:
rosas de alegría, rosas de perdón,
rosas de cariño y de abnegación.

TODO ES RONDA
Los astros son ronda de niños
jugando la tierra a mirar...
los trigos son talles de niñas
jugando a ondular... a ondular...
Los ríos son rondas de niños
jugando a encontrarse en el mar...
las olas son rondas de niñas
jugando este mundo a abrazar
PIECECITOS
Piececitos de niño,
azulosos de frío,
¡cómo os ven y no os cubren,
dios mío!
¡Piececitos heridos
por los guijarros todos,
ultrajados de nieves
y lodos!
El hombre ciego ignora
que por donde pasáis,
una flor de luz viva
dejáis.
Que allí donde ponéis
la plantita sangrante,
el nardo nace más
fragante.
Sed, puesto que marcháis
por los caminos rectos,
heroicos como sois
perfectos.
Piececitos de niño,
dos joyitas sufrientes,
¡cómo pasan sin veros
las gentes!
EL ANGEL GUARDIÁN
Es verdad, no es un cuento;
hay un ángel guardián
que te toma y te lleva como el viento
y con los niños va por donde van.
Tiene cabellos suaves
que van en la venteada,
ojos dulces y graves
que te sosiegan con una mirada
y matan miedos dando claridad.
(No es un cuento, es verdad.)
El tiene cuerpo, manos y pies de alas
y las seis alas vuelan o resbalan,
las seis te llevan de su aire batido
y lo mismo te llevan de dormido.
Hace más dulce la pulpa madura
que entre tus labios golosos estruja;
rompe a la nuez su taimada envoltura
y es quien te libra de gnomos y brujas.
Es quien te ayuda a que cortes las rosas,
que están sentadas en trampas de espinas,
el que te pasa las aguas mañosas
y el que te sube las cuestas más pinas.
APEGADO A MÍ
Velloncito de mi carne,
que en mi entraña yo tejí,
velloncito friolento,
¡duérmete apegado a mí!
La perdiz duerme en el trébol
escuchándole latir:
no te turben mis alientos,
¡duérmete apegado a mí!
Hierbecita temblorosa
asombrada de vivir,
no te sueltes de mi pecho:
¡duérmete apegado a mí!
Yo que todo lo he perdido
ahora tiemblo de dormir.
No resbales de mi brazo:
¡duérmete apegado a mí!


OSCAR JARA AZÓCAR

EL PECECITO
Bailando está el pececito
En su salón de cristal;
Brilla su traje bordado
Con escamas de coral.
Cuentas de estrellas los ojos,
Que no cierra en el dormir:
¡pececito, yo te quiero
Porque danzas para mí!

ÓSCAR CASTRO

  LA CABRA

 La cabra suelta en el huerto

andaba comiendo albahaca.

Toronjil comió después

y después tallos de malva.

Es blanca como un queso,

como la luna era blanca.

Cansada de comer hierbas,

se puso a comer retamas.

Nadie la vio sino Dios,

mi corazón la  miraba.

Ella seguía comiendo

flores y ramas de salvia.

Se puso a balar después,

bajo la clara mañana.

Su balido era en el aire

un agua que no mojaba.

Se fue por el campo fresco,

camino de la mañana.

Se perfumaba de malvas

el viento, cuando balaba.


*
MEXICO


OCTAVIO PAZ
(México 1914-1998)

PRIMAVERA A LA VISTA

Pulida claridad de piedra diáfana,
lisa frente de estatua sin memoria:
cielo de invierno, espacio reflejado
en otro más profundo y más vacío.

El mar respira apenas, brilla apenas.
Se ha parado la luz entre los árboles,
ejército dormido. Los despierta
el viento con banderas de follajes.

Nace del mar, asalta la colina,
oleaje sin cuerpo que revienta
contra los eucaliptos amarillos
y se derrama en ecos por el llano.

El día abre los ojos y penetra
en una primavera anticipada.
Todo lo que mis manos tocan, vuela.
Está lleno de pájaros el mundo.

EL PÁJARO

 
En el silencio transparente
el día reposaba:
la transparencia del espacio
era la transparencia del silencio.
La inmóvil luz del cielo sosegaba
el crecimiento de las yerbas.
Los bichos de la tierra, entre las piedras,
bajo la luz idéntica, eran piedras.
El tiempo en el minuto se saciaba.
En la quietud absorta
se consumaba el mediodía.

Y un pájaro cantó, delgada flecha.
Pecho de plata herido vibró el cielo,
se movieron las hojas,
las yerbas despertaron...
Y sentí que la muerte era una flecha
que no se sabe quién dispara
y en un abrir los ojos nos morimos.

LA RAMA

 
Canta en la punta del pino
un pájaro detenido,
trémulo, sobre su trino.

Se yergue, flecha, en la rama,
se desvanece entre alas
y en música se derrama.

El pájaro es una astilla
que canta y se quema viva
en una nota amarilla.

Alzo los ojos: no hay nada.
Silencio sobre la rama,
sobre la rama quebrada

VIENTO

 
Cantan las hojas,
bailan las peras en el peral;
gira la rosa,
rosa del viento, no del rosal.
Nubes y nubes
flotan dormidas, algas del aire;
todo el espacio
gira con ellas, fuerza de nadie.

Todo es espacio;
vibra la vara de la amapola
y una desnuda
vuela en el viento lomo de ola.

Nada soy yo,
cuerpo que flota, luz, oleaje;
todo es del viento
y el viento es aire siempre de viaje.

ESPIRAL
Como el clavel sobre su vara,
como el clavel, es el cohete:
es un clavel que se dispara.

Como el cohete el torbellino:
sube hasta el cielo y desgrana
canto de pájaro en un pino.

Como el clavel y como el viento
el caracol es un cohete:
petrificado movimiento.

Y la espiral en cada cosa
su vibración difunde en giros:
el movimiento no reposa.

El caracol ayer fue ola,
mañana luz y viento, son,
eco del eco, caracola.

NIÑO Y TROMPO
Cada vez que lo lanza
cae, justo,
en el centro del mundo.

CANTAN LOS PÁJAROS
Cantan los pájaros, cantan
sin saber lo que cantan:
todo su entendimiento es su garganta

FRANCISCO A. dE ICAZA

LLUVIA
Ya las aves vuelan bajo,
es que viene el aguacero
en las piedras del atajo
interrumpe su trabajo
de vaivén el hormiguero.
De pronto, cual si de cuajo
rodara el monte al estero
retumba el trueno en el tajo
y tiende la lluvia abajo
sus barras color de acero.

JAIME TORRES BODET
 No sabía que comprar
con sus hojitas de plata
el álamo en el bazar
*
CUBA
JOSÉ MARTÍ
(La Habana – Cuba 1853- Playitas – Cuba 1895)

LOS DOS PRÍNCIPES

El palacio está de luto
y en el trono llora el rey,
y la reina está llorando
donde no la pueden ver:
en pañuelos de olán fino
lloran la reina y el rey:
los señores del palacio
están llorando también.
Los caballos llevan negro
el penacho y el arnés,
los caballos no han comido,
porque no quieren comer.
El laurel del patio grande
quedó sin hoja esta vez.
Todo el mundo fue al entierro
con coronas de laurel:
-¡el hijo del rey se ha muerto!
¡Se le ha muerto el hijo al rey!

En los álamos del monte
tiene su casa el pastor,
la pastora está diciendo
“¿por qué tiene luz el sol?”
Las ovejas, cabizbajas,
vienen todas al portón
¡una caja larga y honda
está forrando el pastor!
Entra y sale un perro triste,
canta allá dentro alguna voz.
“Pajarito, yo estoy loca,
¿llévame donde él voló!”
El pastor toma llorando
la pala y el azadón.
Abre en la tierra una fosa,
echa en la fosa una flor.
¡Se quedó el pastor sin hijo!
¡Murió el hijo del pastor!

PRINCESAS
La princesa mona
me da su corona
de plata y coral
con pizcas de sal.

La princesa rana
me pasea los brazos
puesta de pendientes
y amor a pedazos.

La princesa hormiga
me mira y suspira
contando las horas
para ser señora.

DORA ALONSO

CUENTO VIEJO
Quiero contarte
un cuento viejo:
Desde la Luna
saltó un conejo.
Tenía una oreja
toda de plata:
bastón de oro,
traje de gala.
Zapatos rojos,
medias de lana,
corbata verde,
calzón de pana.
Como el conejo
perdió el sombrero,
compró una gorra
de terciopelo.
Y al ver a un perro
se asustó tanto,
que pegó un brinco
de este tamaño.
Hasta la Luna
llegó el conejo.
Allí sentado
se ha puesto viejo.
Por eso siempre
los perros ladran
cuando de noche
la Luna pasa.

*
EL SALVADOR

ALFREDO ESPINO
(EL SALVADOR 1900 - 1928)

EL LIMONERO
Por las floridas barrancas
pasó anoche el aguacero
y amaneció el limonero
llorando estrellitas blancas
EL NIDO

Es porque un pajarito de la montaña ha hecho,
en el hueco de un árbol, su nido matinal,
que el árbol amanece con música en el pecho,
como que si tuviera corazón musical.

Si el dulce pajarito por entre el hueco asoma,
para beber rocío, para beber aroma,
el árbol de la sierra me da la sensación
de que se le ha salido, cantando, el corazón.

*
PANAMA

OFELIA HOOPER Y  GONZALO BRENES

TONADA DEL LORITO REAL
Alegre loro
flor amarilla
pico de oro
ven a bailar.
¿Por qué te muerdes
tus plumas verdes?
Lorito rico
largo de cola,
corto de pico
¡ven a bailar!

-Baja del árbol.
-Ven a bailar.
-Flor amarilla.
-Ven a bailar.
-Bate las alas.
-Ven a bailar.
-Abre la cola
-Ven a bailar
-Échate al suelo.
-Lorito Real.

ROGELIO SINÁN

TODO PARECE QUE RÍE
Todo parece que ríe,
todo parece que canta,
todo lo dice a mi alma,
¡levanta, hermana, levanta!
*
COLOMBIA

PLUBIO A. CORDERO

UNA A UNA
En el pizarrón del cielo,
Con la tiza de la Luna
Dibujó Dios las estrellas
Una a una.
En el pizarrón del cielo
Y con trocitos de espuma
Dibujó Dios a las nubes
Una a una.
Desde el cielo exprime Dios
A las nubes con ternura
Y gotas de lluvias lanza
Una a una.

LA SONRISA DEL NIÑO
Abrió sus ojos el Niño
y en otros ojos se vio.
Al verse tan pequeñito,
el Niño se sonrió.
Es que su madre, la Virgen
lo miraba con amor
y en sus brillantes pupilas
fue donde el Niño se vio.
Todos los niños del mundo,
lo mismo que el Niño Dios,
sonríen cuando sus madres
los miran llenas de amor.

YOLANDA REYES

RECETA PARA DORMIR
Para que el sueño venga, se recomienda
cerrar los ojos, contar ovejas,
oír el canto de las estrellas,
comer manzana con mejorana
y tomar  agua de toronjil,
sentir que el viento mece la cama,
tocar la almohada con la nariz.
Para que el sueño venga y se quede quieto
toda la noche, cerca de ti,
pídele al mundo que haga silencio,
dile que el sueño quiere dormir.
Shhhhhhhhhh…

*
ESPAÑA

FEDERICO GARCÍA LORCA

(Fuente Vaqueros - España 1898 – Víznar - España 1936)

CANCIÓN TONTA
Mamá.
yo quiero ser de plata.
Hijo,
tendrás mucho frío.
Mamá.
yo quiero ser de agua.
Hijo,
tendrás mucho frío.
Mamá.
bórdame en tu almohada.
¡Eso sí!
¡ahora mismo!

PAISAJE

La tarde equivocada
se vistió de frío.
detrás de los cristales,
turbios, todos los niños
ven convertirse en pájaros
un árbol amarillo.

La tarde está tendida
a lo largo del río,
y un rubor de manzanas
tiembla en los tejadillos.

CORTARON TRES ÁRBOLES

Eran tres
(vino el día con sus hachas).
Eran dos
(alas rastreras de plata).
Era uno.
Era ninguno.
(se quedó desnuda el agua).

EL LAGARTO ESTÁ LLORANDO

El lagarto está llorando.
la lagarta está llorando.
el lagarto y la lagarta
con delantalitos blancos.
Han perdido sin querer
su anillo de desposados.
¡ay, su anillito de plomo,
ay, su anillito plomado!
Un cielo grande y sin gente
monta en su globo a los pájaros.
el sol, capitán redondo,
lleva un chaleco de raso.
¡miradlos, qué viejos son!
¡qué viejos son los lagartos!
¡Ay cómo lloran y lloran,
¡Ay! ¡ay! ¡cómo están llorando! 

CARACOLA
Me han traído una caracola.
dentro le canta un mar de mapa.
mi corazón se llena de agua,
con pececillos de sombra y plata.
me han traído una caracola.

EL CANTO QUIERE SER LUZ

El canto quiere ser luz.

en lo oscuro el canto tiene
hilos de fósforo y luna.
La luz no sabe qué quiere.
en sus límites de ópalo
se encuentra ella misma
y vuelve...

BALADA AMARILLA
En lo alto de aquel monte
hay un arbolito verde.
Pastor que vas,
pastor que vienes.

Olivares soñolientos

bajan al llano caliente.
Pastor que vas,
pastor que vienes.
Ni ovejas blancas ni perro
ni cayado ni amor tienes.
Pastor que vas,
como una sombra de oro,
en el trigal te disuelves,
Pastor que vienes.

MARIPOSA DEL AIRE
Mariposa del aire,
¡qué hermosa eres!
mariposa del aire,
dorada y verde.
luz de candil,

Mariposa del aire
¡quédate ahí, ahí, ahí!...
no te quieres parar,
pararte no quieres.
mariposa del aire,
dorada y verde.

Luz de candil,
mariposa del aire,
¡quédate ahí, ahí, ahí!...
¡quédate ahí!
mariposa: ¿estás ahí?

AGUA, ¿DÓNDE VAS?
 Agua, ¿dónde vas?
Riyendo voy por el río
a las orillas del mar.

   Mar, ¿adónde vas?
   Río arriba voy buscando
fuente donde descansar.
   Chopo, y tú ¿qué harás?
   No quiero decirte nada.
Yo..., ¡temblar!
   ¿Qué deseo, qué no deseo,
por el río y por la mar?
   (Cuatro pájaros sin rumbo
en el alto chopo están.)

ARBOLÉ, ARBOLÉ
Arbolé, arbolé
seco y verdé.
La niña del bello rostro
está cogiendo aceituna.
El viento, galán de torres,
la prende por la cintura.
Pasaron cuatro jinetes
sobre jacas andaluzas
con trajes de azul y verde,
con largas capas oscuras.
“Vente a Córdoba ,muchacha.”
La niña no los escucha.
Pasaron tres torerillos,
delgaditos de cintura,
con trajes color naranja
y espadas de plata antigua.
“Vente a Sevilla, muchacha”
La niña no los escucha.
Cuando la tarde se puso,
morada, con luz difusa,
pasó un joven que llevaba
rosas y mirtos de luna.
“Vente a Granada, muchacha.”
Y la niña no los escucha.
La niña del bello rostro
sigue cogiendo aceituna,
con el brazo gris del viento
ceñido por la cintura.
Arbolé arbolé
seco y verdé.

LAS TRES HOJAS
1
Debajo de la hoja
de la verbena
tengo a mi amante malo.
¡Jesús, qué pena!

2

Debajo de la hoja

de la lechuga

tengo a mi amante malo

con calentura.

3

Debajo de la hoja

del perejil

tengo a mi amante malo

y no puedo ir.



ALEJANDRO CASONA
(Asturias 1903 – Madrid 1965)

LA LUNA PESCA EN EL CHARCO

La luna pesca en el charco
Con sus anzuelos de plata.
El sapo canta en la yerba,
La rana sueña en el agua,
Y el cuco afila la voz
y el pico contra las ramas.

ANTONIO MACHADO

(Sevilla – España  1875 – Collioure – Francia  1939)
LA PLAZA
La plaza tiene una torre,
la torre tiene un balcón,
el balcón tiene una dama,
la dama una blanca flor.

Ha pasado un caballero
-¡quién sabe por qué pasó!-
y se ha llevado la plaza,
con su torre y su balcón,
con su balcón y su dama,
su dama y su blanca flor.

A LA ORILLA DEL CAMINO
A la orilla del camino
hay una fuente de piedra,
y un cantarito de barro
- glu - glu - que nadie se lleva.

CANCIÓN
Junto a la sierra florida
bulle el ancho mar.
el panal de mis abejas
tiene granitos de sal.

PEGASOS, LINDOS PEGASOS

Pegasos, lindos pegasos,

caballitos de madera.

Yo conocí siendo niño,

la alegría de dar vueltas

sobre un corcel colorado,

en una noche de fiesta.

En el aire polvoriento

chispeaban las candelas,

y la noche azul ardía

toda sembrada de estrellas,

¡Alegrías infantiles

que cuestan una moneda

de cobre, lindos pegasos

caballitos de madera!!!


MIGUEL HERNÁNDEZ
(Orihuela - España 1910 – Alicante - España 1942)

A LA NIÑA ROSA MARÍA
El pez más viejo del río
De tanta sabiduría
Como amontonó vivía
Brillantemente sombrío
Y el agua le sonreía.
Tan sombrío llegó a estar
(nada el agua le divierte)
que después de meditar
tomó el camino del mar,
es decir, el de la muerte.
Reíste tú junto al río,
Niño solar. Y ese día
El pez más viejo del río
Se quitó el aire sombrío.
Y el agua te sonreía.


RAFAEL ALBERTI
(Cádiz 1902-1999)

PREGÓN
¡Vendo nubes de colores:
las redondas, coloradas,
para endulzar los calores!
¡Vendo los cirros morados
y rosas, las alboradas,
los crepúsculos dorados!
¡El amarillo lucero,
cogido a la verde rama
del celeste duraznero!
¡Vendo la nieve, la llama
y el canto del pregonero!

EL MAR, LA MAR
El mar. la mar.
el mar. ¡sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
En sueños, la marejada
me tira del corazón.
se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste
acá?

SE EQUIVOCÓ LA PALOMA
Se equivocó la paloma.
se equivocaba.
por ir al norte, fue al sur.
creyó que el trigo era agua.
se equivocaba.
Creyó que el mar era el cielo;
que la noche, la mañana.
se equivocaba.
Que las estrellas, rocío;
que la calor; la nevada.
se equivocaba.
Que tu falda era tu blusa;
que tu corazón, su casa.
se equivocaba.
(Ella se durmió en la orilla.
tú, en la cumbre de una rama.)

LA NIÑA QUE SE VA AL MAR
¡Qué blanca lleva la falda la niña que va al mar!
¡Ay, niña, que no te la manche la tinta del calamar!
¡Qué blancas tus manos, niña, que te vas sin suspirar!
¡Ay, niña, no te las manche la tinta del calamar!
¡Qué blanco tu corazón y que blanco tu mirar!
¡Ay, niña, no te los manche la tinta del calamar!


JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
(Huelva – España 1881 - Puerto Rico 1959) 

TRASCIELO DEL CIELO AZUL
¡Qué miedo el azul del cielo!
¡negro!
¡Negro de día, en agosto!
¡qué miedo!
¡Qué espanto en la siesta azul!
¡negro!
¡Negro en las rosas y el río!
¡qué miedo!
¡Negro, de día, en mi tierra
-¡negro!-
Sobre las paredes blancas!
¡qué miedo!

ALAMO BLANCO
Arriba canta el pájaro y abajo canta el agua.
(arriba y abajo, se me abre el alma.)

Entre dos melodías la columna de plata.
hoja, pájaro, estrella; baja flor, raíz, agua.
entre dos conmociones la columna de plata.
(y tú, tronco ideal, entre mi alma y mi alma.)
Mece a la estrella el trino, la onda a la flor baja.
(abajo y arriba, me tiembla el alma.)


CANCIÓN DE INVIERNO
Cantan. cantan.
¿dónde cantan los pájaros que cantan?
Ha llovido. aún las ramas
están sin hojas nuevas. cantan. cantan
los pájaros. ¿en dónde cantan
los pájaros que cantan?
No tengo pájaros en jaulas.
no hay niños que los vendan. cantan.
el valle está muy lejos. nada...
Yo no sé dónde cantan
los pájaros -cantan, cantan-
los pájaros que cantan.

IBA TOCANDO MI FLAUTA
Iba tocando mi flauta
a lo largo de la orilla;
y la orilla era un reguero
de amarillas margaritas.
El campo cristaleaba
tras el temblor de la brisa;
para escucharme mejor
el agua se detenía.
Notas van y notas vienen,
la tarde fragante y lírica
iba, a compás de mi música,
dorando sus fantasías,
Y a mi alrededor volaba,
en el agua y en la brisa,
un enjambre doble de
mariposas amarillas.
La ladera era de miel,
de oro encendido la viña,
de oro vago el raso leve
del jaral de flores níveas;
Allá donde el claro arroyo
da en el río, se entreabría
un ocaso de esplendores
sobre el agua vespertina...
Mi flauta con sol lloraba
a lo largo de la orilla;
atrás quedaba un reguero
de amarillas margaritas...

SENTIDO Y ELEMENTO 
¡El sabor
de los aires con el sol!
¡El frescor
De las piedras con el sol!
¡El olor
de las olas con el sol!
¡El color
de las llamas con el sol!
¡El rumor
de las sangres con el sol!

CRISTINA MUSCARSEL

SI PINTO MI CARA 
Si pinto mi cara
con muchos colores
y adorno mi traje
con cintas y flores,
si canto canciones
y llevo antifaz,
ríete conmigo
porque es carnaval.

NIÑA PRIMAVERA
Niña primavera
salta de la cama,
y a todos nos llama
de dulce manera.
Y va y coquetea:
se peina con brisa,
se pinta la risa
con sus acuarelas.
Y va y se enamora:
pájaros la mecen,
y flores le ofrece
al sol que la adora.

MI CASA, LA TIERRA
Mi casa, la Tierra,
tiene tres ventanas
por donde entra el sol
todas las mañanas.
Una es de aire puro,
otra es de agua clara
y otra es de animales,
árboles y plantas.
Mi casa, la Tierra,
tiene tres ventanas
para que sigamos
viendo las mañanas.

SI EN OTOÑO ME SUBIERA
Si en otoño me subiera
a un barquito de madera,
navegaría en las hojas
que vuelan hacia tu acera.
Si en otoño me trepara
a tibios rayos de sol,
llenaría tu ventana
con flores de girasol.


CARLOS MURCIANO

MUCHA Y POCO
Esta es mucha; es una chucha
chiquitilla y muy flacucha
que duerme en una babucha.
ni tiene padre, ni madre,
ni perrito que le ladre.
Vive sola, pasa frío;
pero no dice ni pío.
Este es poco, es un chucho
desgarbado y larguirucho
que ladra y se rasca mucho.
Ni tiene amo, ni dueño,
ni cojín pa echar un sueño.
Tiene las patas de alambre,
vive solo y pasa hambre.
Poco por mucha
se ha vuelto loco;
y anda malucha
mucha por poco.
Poco quiere mucho a mucha
y comparten su babucha.
Mucha quiere mucho a poco,
aunque es un chucho muy loco
y sin bodas ni perdices,
juntitos son muy felices.


CARLOS REVIEJO HERNANDEZ
(1942 - )

Las cinco vocales
Con saltos y brincos,
del brazo las cinco,
muy poco formales
vienen las vocales.
¿Las conoces tú? .
a, e, i, o ,u,
A, grita que grita,
se enfada y se irrita,
y se va al teatro.
Sólo quedan cuatro.
E, llama que llama,
se marcha a la cama
con dolor de pies.
Sólo quedan tres.
I, chilla que chilla,
se sube a una silla
porque ve un ratón.
Sólo quedan dos.
O, rueda que rueda,
¡sálvese quien pueda!,
rodando se esfuma.
Sólo queda una.
U, muy asustada,
se ve abandonada
y se va a la Luna.
No queda ninguna.
¿Las recuerdas tú?:
a, e, i, o, u.

EN EL CAMPO HAY UNA CABRA
En el campo hay una cabra
ética,
perlética,
pelapelambrética,
pelúa,
pelapelambrúa.
tiene los hijitos
éticos,
perléticos,
pelapelambréticos,
pelúos
pelapelambrúos.

ESTE PICASSO ES UN CASO
¡Qué divertido es Picasso!
Es pintor rompecabezas
que al cuerpo rompe en mil piezas
y pone el rostro en los pies.
¡Todo lo pinta al revés!
¡Este Picasso es un caso!
Es un puro disparate.
No es que te hiera o te mate,
pero en lugar de dos cejas,
te coloca un par de orejas.
¡Vaya caso el de Picasso!
Te deja que es una pena:
te trastoca y desordena,
te pone pies en las manos
y en vez de dedos gusanos.
¡Si es que Picasso es un caso!
En la boca pinta un ojo,
y te lo pinta de rojo.
Si se trata de un bigote,
te lo pondrá en el cogote.
¡Menudo caso es Picasso!
¿Eso es hombre o bicicleta?
¡Si es que ya nada respeta!
Esos ojos que tú dices,
no son ojos…¡son narices!
¿No es un caso este Picasso?
Todo lo tuerce y disloca:
las piernas , brazos y boca.
No es verdad lo que tú ves…
¡Él pinta el mundo al revés!
¡Qué Picasso es este caso!


SALVADOR DE MADARIAGA
(ESPAÑA 1886 – Suiza 1978)
ROMANCE DE LA NOCHE
La noche tenía frío
y se fue al sol con la queja.
El Sol, que es buena persona,
le dijo:”Pues ten paciencia,
y te haré yo una toquilla
toda de linda calceta;
las agujas, las del tiempo;
los dedos, mis rayos sean:
la lana un hilo de luz,
y la Luna la madeja.
Allí donde caiga un nudo
he de poner una estrella.”
El Sol cumplió su palabra.
Cuando terminó de hacerla,
la noche quedó asombrada
de toquilla tan espléndida.
Al echársela a los hombros,
la noche, que es friolera,
seguía teniendo frío;
pero al mirarse, por verla,
en el espejo del mar ,
se quedó tan satisfecha
luciendo sobre la espalda
una toquilla de estrellas,
que se aguantó todo el frío
con tal de ir tan peripuesta;
y, como es agradecida,
se fue a ver al Sol, dispuesta
a dar las gracias, muy fina,
por aquella gentileza.
Pero nunca se encontraban

sobre la celeste cresta,

porque cuando el Sol subía,

ella bajaba la cuesta,

hasta que gritando fuerte,

a través de toda la esfera,  

ella dijo:”¡Gracias, rubio!”

Y él dijo: “¡A tus pies, morena!”

UNA VIEJA Y UN VIEJO

(DE LA VIEJA Y EL VIEJO - ANÓNIMO)
Una vieja y un viejo
no tenían para comer
más que un queso,
y vino un ratón,
se comió el queso
y se quedaron sin él.
Entonces vino el gato
y mató al ratón,
porque se comió el queso.
Vino el perro
y mató al gato,
porque mató al ratón,
porque se comió el queso
de la vieja y el viejo.
Vino el palo
y mató al perro,
porque mató al gato,
porque mató al ratón,
porque se comió el queso
de la vieja y el viejo.
Vino el fuego
y quemó el palo,
porque mató al perro,
porque mató al gato,
porque mató al ratón,
porque se comió el queso
de la vieja y el viejo.
Vino el agua
y mató al fuego,
porque quemó el palo,
porque mató al perro,
porque mató al gato,
porque mató al ratón,
porque se comió el queso
de la vieja y el viejo.
El buey ya durmió
el cuento acabó.
La vieja y el viejo
sin queso quedó.

CARMEN GIL

  FREGONA PACA

La fregona Paca,
melenuda y flaca,
anda –qué rareza-
siempre de cabeza.
Se baña al revés
sin meter los pies.
Bucea en el cubo
sin gafas ni tubo.
Tiesa como alifa*, (caña de azúcar)
hija de aljofifa,
nunca a nadie he visto
darse tanto pisto.
Tan encopetada,
va muy desgreñada
y aunque no se peina,
se cree una reina.
Porque ella es fregona
la mar de bailona:
se mete en faena
y se desmelena.

VIENTO DE OTOÑO

El viento de otoño,
que es muy juguetón,
le despeina el moño
a doña Asunción.
El viento que vuela,
como lagartija
se mete y se cuela
por cualquier rendija.
A don barrendero
le esparce las hojas.
Cubre el pueblo entero
de sábanas rojas.
Una vez al año
desnuda al manzano
desviste al castaño
después del verano.
Roba los sombreros,
les da volteretas:
son volatineros
de las plazoletas.
y al salir la luna
le canta al oído
canciones de cuna
a un niño dormido.

LA LUNA
La luna llora en el cielo
porque ha perdido su velo
y sin su velo sedeño
no puede encontrar el sueño.
¿Qué hará en la noche cerrada
la lunita desvelada?

EL DESORDENADOR
Anda el ordenador
subido de color
y algo desordenado
desde el martes pasado.
Navega en un mensaje
sin pasaje ni viaje.
Vaga etéreo y errático
por el mar informático.
Una computadora
cubana lo enamora,
atravesando el charco
sin avión y sin barco.
Lo conquista despacio
por el ciberespacio.
Al cabo le da coba,
entre arrobo y arroba..
con un abracadabra,
de palabra en palabra,
lo vuelve del revés:
la cabeza en los pies.
Padece hipertensión,
se le mueve el ratón,
se le abre una carpeta,
se vuelve majareta...
archiva corazones
por todos los rincones.
Imprime sólo flores
de todos los colores.
y vive enamorado,
día y noche colgado
del hilo telefónico,
en su cielo electrónico.

UNA NOCHE DE TORMENTA
Una noche de tormenta,
con más truenos de la cuenta,
nació la bruja Pimienta.
En un bosque tenebroso,
silencioso y horroroso;
con lobos, pero sin osos.
Era una noche sin luna,
más oscura que ninguna,
alrededor de la una.
La trajo ululando el viento.
-no es cuento, que yo no miento;
ni miento ni me lo invento.-
La dejó bajo un helecho
sin pañal, cuna ni techo,
después de volar un trecho
la bruja Maruja, en esto,
paseaba con su cesto,
su manto y su gorro puesto.
Maruja la vía appia
es sorda como una tapia
y tiene una buena napia.
Tomando unas bayas rojas
y miel para su meloja,
vio algo extraño entre las hojas.
Una niña que, asombrada
de nariz tan alargada,
estalló en mil carcajadas.
Entre lluvia y espesura
vio Maruja a la criatura
y la arropó con ternura.
Pensando que, con paciencia,
con maña y con insistencia,
iba a enseñarle su ciencia.
-haré de ella en mi vejez,
en nueve años o en diez,
una bruja de una vez.
Le dio leche de murciélago
venido del archipiélago
volando encima del piélago
le preparó en su vasija
papilla de sabandija
y rabo de lagartija.
Puré de lagarto enano,
lenguas de rana de y rano...;
¡todo batidito a mano!
Y soñaba satisfecha
en ver, llegada la fecha,
a una bruja hecha y derecha.
Una mañana a una hora,
le dio un puñado de moras
y una escoba voladora.
Después de mucho chocar,
pimienta aprendió a volar
en vez de bien, regular.
volando siempre adelante,
con su vuelo trepidante
y su escoba sin volante...
...Atropelló a tres cantantes,
a un príncipe y a su amante
y a nueve estrellas errantes.
Un día, en un periquete,
A Maruja, de paquete,
llevó de Orense a Albacete.
Otro día fue a la luna
con una gata moruna,
sin gasolina ninguna.
De aquí para allá en el cielo,
sin vérsele mucho el pelo,
el tiempo pasó en un vuelo.

MI MAESTRA
Mi maestra
-es mía y es nuestra-
nos pone una muestra
con cinco vocales
que no son iguales
La a
es gordita y tiene cola.
la trae a rastras la ola
y a veces camina sola.
La e
con su frente inteligente;
es elegante y sonriente
y está siempre con la gente.
La i
su puntito te hace un guiño.
es la vocal de los niños,
la ternura y el cariño.
La o
redonda, monda y lironda.
duerme en camisón de blonda
en medio del microondas.
La u
es la última del menú.
tu tururú tururú.
entera la tienes tú.

JOSÉ  AGUSTÍN GOYTISOLO

HA VUELTO EL GATO

Se salió el gato

por la gatera

y hoy lleva

seis días fuera.

Vuelve mi gato

que los ratones

están bailando.

Por azoteas

y por tejados

en mal de amores

andaba el gato.

Vuelve mi gato

que los ratones

están bailando

Al fin su amiga

le dijo basta

y así el taimado

tornó a la casa.

Ha vuelto el gato:

ya los ratones

no están bailando.

 

GLORIA FUERTES

EL CIEMPIÉS YE-YE
Tanta pata y ningún brazo.
¡Qué bromazo!
Se me dobla el espinazo,
se me enredan al bailar.
¡Qué crueldad!
por delante y por detrás
sólo patas nada más.
Grandes sumas
me ofrecieron,
si futbolista prefiero ser,
pero quiero ser cantor

y tocar el saxofón

con la pata treinta y dos

en medio de la función.


ORACIONES GRAMATICALES
Yo tengo esperanza.
El perro tiene hambre.
El banco del jardín respira mal.
La niña se peina.
La vaca se lame.
Las cosas me miran,
Es peor si me hablan.
En el suburbio hay flores maleantes.
Las macetas son botes,
Los hombres son tigres,
Los niños son viejos,
Los gatos se comen,
Las mondas también.
Los huérfanos huelen a madre.
Los pobres a humo.
Los ricos a brea.

ANÓNIMO

Muy feliz era el ciempiés
Hasta que el sapo por bromear le dijo
Oye ¿qué pie mueves primero?
La cuestión lo preocupó de tal manera
Que en una zanja se tendió aturdido
A pensar como hacer para correr.

*
FRANCIA

JACQUES PRÉVERT

TAREA ESCOLAR
Dos y dos son cuatro
Cuatro y cuatro ocho
Ocho y ocho dieciséis…
¡Repitan! Dice el maestro
Dos y dos son cuatro
Cuatro y cuatro ocho
Ocho y ocho dieciséis.
Pero el pájaro lira
Pasa por el cielo
El niño lo ve
El niño lo oye
El niño lo llama:
¡Sálvame
Juega conmigo
Pajarito!
Entonces el pájaro desciende
Y juega con el niño.
Dos y dos son cuatro…
¡Repitan! Dice el maestro
Y el niño juega
El pájaro juega con él…
Cuatro y cuatro ocho
Ocho y ocho dieciséis
Y dieciséis y dieciséis, ¿cuánto es?
Dieciséis y dieciséis son nada
Y mucho menos
De ninguna manera
Treinta y dos
Y sigue la ronda.
El niño ha escondido al pájaro
En su pupitre
Y todos los niños
escuchan su canto
y todos los niños
escuchan su música
y ocho y ocho desfilan a su vez
y cuatro y cuatro y dos y dos
desfilan a su vez
y uno y uno desfilan también.
Y el pájaro lira juega
Y el niño canta
Y el profesor grita:
¡Cuándo terminarán de hacer payasadas!
Pero los demás niños
Escuchan la música
Y las paredes de la clase
Se desploman tranquilamente.
Y los vidrios vuelven a ser arena
La tinta vuelve a ser agua
Los pupitres vuelven a ser árboles
La tiza vuelve a ser acantilado
Y el portaplumas vuelve a ser pájaro

*
POESIA EN LAS CANCIONES POPULARES

DANIEL VIGLIETTI
(uruguayo)

GURISITO

Niño, mi niño,
vendrás en primavera,
te traeré.
Gurisito mío,
lugar de madreselvas
te daré.
Y aunque nazcas pobre,
te traigo también:
se precisan niños
para amanecer.
Niño, niñito,
el hombrecito nuevo
llegará.
Gurisito feo,
ñatita de glicina
él tendrá.
Y mientras él crezca
crecerá también
el lugar de todos,
será para bien.
Niño, mi niño,
tu niño y aquel niño,
todos van.
Rueda, que te rueda,
hacia la vida nueva
llegarán.
Cada niño un poco,
todos tomarán
de la misma leche
y del mismo pan.
Niño, mi niño,
vendrás en primavera,
te traeré.
Gurisito mío,
lugar de madreselvas
te daré.
Y aunque nazcas pobre,
te traigo también:
se precisan niños
para amanecer.

NICOLAS GUILLEN
(Camagüey, 1902 - La Habana, 1989)

UN SON PARA NIÑOS ANTILLANOS
Por el Mar de las Antillas
Anda un barco de papel:
Anda y anda el barco, barco,
Sin timonel.
Pasan islas, islas, islas,
Muchas islas, siempre más;
Anda y anda el barco, barco;
Sin descansar.
Un cañón de chocolate
Contra el barco disparó,
Y un cañón de azúcar, azúcar,
Le contestó.
¡Ay, mi barco marinero,
Con un casco de papel!
¡Ay, mi barco marinero,
con un casco de papel!
¡Ay, mi barco negro y blanco,
Sin timonel!

CANCIÓN DE CUNA PARA DESPERTAR A UN NEGRITO

Una paloma
cantando pasa:
¡Upa, mi negro,
que el sol abrasa!
Ya nadie duerme,
ni está en su casa;
ni el cocodrilo
ni la yaguaza,
ni la culebra,
ni la torcaza...
Coco, cacao,
cacho, cachaza,
¡upa, mi negro,
que el sol abrasa!
Negrazo, venga
con su negraza.
¡Aire con aire,
que el sol abrasa!
Mire la gente,
llamando pasa;
gente en la calle,
gente en la plaza;
ya nadie queda
que esté en su casa...
Coco, cacao,
cacho, cachaza,
¡upa, mi negro
que el sol abrasa!
Negrón, negrito,
ciruela y pasa,
salga y despierte,
que el sol abrasa,
diga despierto
lo que le pasa...
¡Que muera el amo,
muera en la brasa!
Ya nadie duerme,
ni está en su casa:
¡coco, cacao,
cacho, cachaza,
upa, mi negro,
que el sol abrasa!

SONGORO, COSONGO
Sóngoro, cosongo, songo be,
Sóngoro, cosongo,
De mamey,
Sóngoro, la negra
Baila bien;
Sóngoro de uno,
Sóngoro de tre.
Aé, vengan pa’ ver,
Aé, vam pa’ ver;
¡vengan, sóngoro cosongo,
Sóngoro, cosongo
De mamey!

LUIS PALÉS MATOS
(Puerto Rico 1893 – 1959)
CALABÓ Y BAMBÚ
Calambó y bambú.
Bambú y calabó.
El Gran Cocorocó
Dice: tu – cu – tu.
La Gran Cocoroca
Dice: to – co – to.
Es el sol de hierro
Que arde enTomboctú.
Es la danza negra
De Fernando Poo.
El cerdo en el fango
Gruñe pru – pru – pru.
El sapo en la charca
Suena cro – cro- cro.
Calabó y mabú.
Bambú y calabó.

CARLOS REVIEJO HERNANDEZ
(ESPAÑA 1942 )

LA CANCIÓN DE LOS COCODRILOS
(RITMO DE RAP)
Si a viejo con dientes
tú quieres llegar,
sigue este consejo
que acaban de dar
sabios cocodrilos
de Madagascar,
del Nilo, del Congo,
del África austral...
En tres ocasiones
y a veces en más,
cuando hayas comido,
sin mucho tardar,
con pasta y cepillo
y el hilo dental,
con arte y paciencia
deberás limpiar
los dientes y muelas
sin refunfuñar.
¡arriba y abajo!
¡delante y detrás!
frotando con fuerza
cuidado tendrás
que no quede nada
que pueda dañar.
y después de esto,
para terminar,
tu boca, con agua,
tendrás que enjuagar.
Con que ya lo sabes,
no lo dudes más,
sigue ese consejo
que gratis te dan
doctos cocodrilos
de Madagascar,
del Nilo, del Congo,
del África austral...,
si a viejo con dientes
deseas llegar.

ANÓNIMO


UN NIÑO NEGRO
(RITMOS AFROCARIBEÑOS)
De negros padres
nació este niño,
como ellos negro,
negro macizo.
Este niñito
tan negro es
que, cuando llora,
llora café.
A mi negrito
yo no lo cambio
ni por un negro
ni por un blanco.
En todas partes
hay chicos lindos:
blancos algunos,
negros, muchísimos.

*

Y AL FINAL, POESIA EN LAS ADIVINANZAS

De mi belleza
puedo presumir,
blanco como la cal,
todos lo saben abrir,
y ninguno lo sabe cerrar.
(EL HUEVO)
Bailo siempre muy derecho
y cuando me empiezo a cansar,
tiemblo y caigo quieto al suelo,
y un niño me tiene que levantar.
(EL TROMPO)
Lana sube,
lana baja, los ladrones,
no trabajan.
(LA NAVAJA)
Subo llena
y bajo vacía,
si no me apuro
la sopa se enfría.
(LA CUCHARA)
Dos hermanitos,
muy igualitos,
que cuando llegan a viejos
abren los ojitos.
¿qué es?
(LOS ZAPATOS)
Una viejita titiritaña,
que sube y baja
por la montaña.
(LA HORMIGA)
Doña Petra va corriendo,
con las trenzas arrastrando,
y un viejito cacanezo
por detrás la va alcanzando.
(LA AGUJA Y EL DEDAL)
Soy una cosita
que anda al compás,
con las patas por delante
y los ojos por detrás.
(LAS TIJERAS)
Juntos dos en un borrico
ambos andan a la par.
doce leguas anda uno
y una el otro nada más.
(LAS AGUJAS DEL RELOJ)
*

 

 

 

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