domingo, 13 de noviembre de 2011

BRISA MANSA, LUZ DE AMANECER


SONETO

Escucho a Dios en la callada umbría.
Lo veo en el milagro de la hoja.
Está en mi savia y en mi sangre roja
y en el vino y el pan de cada día.

El es la estrella que mi paso guía
y las raíces que la acequia moja
y la tarde que de oro se despoja.
Y el grillo y su violín monotonía.

Tiene manos de tronco retorcido.
Sus ojos miran con el sol que quema
y en el viento transmite su mensaje.

Como los hombres lo han escarnecido
siendo Dios inventó una estratagema
y se ocultó por siempre en el paisaje.

ARTURO DAVALOS
(Argentina, 1918 – 1960)

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