LA LIBERACIÓN DE LOS PÁJAROS
Comencemos
por liberar a los
pájaros,
abramos las puertas de las jaulas,
terminemos con el secuestro de las
aves.
No hay duda, Los Pájaros
Son Hijos del Viento.
Esta vieja y mala costumbre de
enjaular pájaros,
de cortar alas, de apretar
el gatillo
y de hacer estallar la pólvora en el viento.
Esta tonta manera
de derribar el vuelo de las aves,
de
apuntar y sentirse contento,
de ver caer la tarde con
las alas rotas,
nos ha enseñado otras malas
costumbres,
sin que nos demos cuenta,
estamos
asistiendo al funeral del hombre.
Sin que nos demos cuenta,
hemos aprendido el ruin
oficio de enjaular al hombre
y de
cerrar bien la puerta.
Cuando derriban las aves,
el cielo es un habitante solitario.
Por eso,
bien vale repetir cómo cambiar
el doloroso espectáculo de
pájaros enjaulados,
por el bello espectáculo
de pájaros surcando el firmamento.
Y lo que
es peor, enseñaron también a los niños
cómo
encerrar pájaros, cómo disparar flechas,
cómo cortar alas,
cómo herir la tarde,
cómo construir jaulas, cómo desangrar las mañanas
y hasta cómo adornar casas con
pájaros enjaulados.
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